Compañero de Borges en la cátedra, Jaime Rest indagó en la obra del célebre escritor evitando los efectos obturantes de la admiración y la proximidad. Contemporáneo de los contornistas pero alejado de su radicalismo político, fue uno de los primeros críticos literarios académicos que hizo de rigor analítico y afán divulgativo una misma aventura.
Muchos lo recordarán por sus libros de divulgación editados por el legendario Centro Editor de América Latina. Como señala Maximiliano Crespi en el prólogo, Rest profundizó libro a libro su interés en la relación entre institución literaria y cultura de masas y culturas populares, lo que transformó, a pesar de sus propios límites ideológicos, su visión política del arte.Organizado en tres capítulos y un epílogo atravesados por una retórica atenta al lector no especialista pero sí interesado, El laberinto del universo, editado originalmente en 1976, compone el pensamiento lingüístico-estético que subyace en la escritura borgeana, a veces a contramano de las propias opiniones del autor consagrado. Para ello no sólo reconoce las fuentes de su pensamiento (“nominalismo filosófico, tropología mística y disgregación del realismo literario vigente en el siglo XIX”) sino que también afilia la obra del argentino con las de Lewis Carroll y Franz Kafka, e inscribe sus escritos “en una tradición especulativa del pensamiento europeo cuya línea principal pasa por el nominalismo, el empirismo, el positivismo y el pragmatismo”, y llega hasta la filosofía del análisis lógico del siglo XX.
Ganándose un lugar en la bibliografía clásica sobre el escritor argentino, El laberinto del universo reconoce en la obra de Borges un pensamiento sistemático, emparentado con una ideología liberal (antidogmática) que niega jerarquías instituidas entre los discursos y que impregna a sus textos de un característico tono de desasosiego.
Publicado en diario digital Redacción Rosario, Rosario, 18 de mayo de 2009, http://redaccionrosario.com/noticias/node/3611
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